¡Lo que nunca te han contado sobre el Tarot!
-
El Tarot es una ciencia adivinatoria que siempre ha ocultado muchos secretos. De hecho, ni tan solo su origen es algo que esté claro. Pese a que hay múltiples teorías de ello, aún no se sabe a ciencia cierta su procedencia. Sin embargo, sí se sabe que se usa desde tiempos remotos y que ha ayudado a millones de personas en todo el mundo a mejorar su calidad de vida. Además, como ya os hemos contado en otros artículos, es una excelente herramienta para el autoconocimiento. Si te encanta el Tarot y quieres conocer algunos secretos más, en este artículo te desvelamos tres de ellos.
¿Sabías que el Tarot también te hace preguntas a ti?
Sí, todos pensamos que el Tarot es una herramienta a la que podemos preguntar para conocer ciertas situaciones y detalles sobre nuestra vida. Sin embargo, son pocos los que saben que el Tarot también nos las hace a nosotros. ¿Cómo lo hace? Pues a través de los mensajes de las cartas. Si eres de los que se lee el Tarot, te habrás dado cuenta, ya que siempre, siempre, te acaba por hacer reflexionar sobre tu forma de ser, sobre cómo te comportas… Es así, ¿verdad? Por ello, se dice que el Tarot también nos hace preguntas. Nos guía. Cuando acabamos con una lectura, muchas veces queremos hacer otra para que nos ayude con otra situación. Vale. Y, ¿quién te ha hecho reflexionar en esta nueva situación? Como ves, el Tarot también tiene sus preguntas para ti.
Una obra de Leonardo da Vinci
Seguro que ya sabes que hay una gran cantidad de mazos del Tarot. Algunos de ellos, simplemente se caracterizan por tener imágenes diferentes, pero comparten las tiradas. Sin embargo, hay otros que son completamente diferentes. Bueno, no podemos decirte cuál fue la primera baraja, pues no sabemos cómo ni dónde se originó realmente el Tarot. Pero, lo que sí podemos decirte es que la baraja del Tarot más usada y más conocida es obra, ni más ni menos, que del famoso Leonardo da Vinci.
Se sabe que este artista florentino tenía una gran inclinación por todo lo oculto. Sentía un profundo interés en plasmar, entre otros objetos y sensaciones, aquello que desconocía; aquello que no se podía explicar. Por ello, no es de extrañar que se sintiera atraído por las cartas del Tarot. Y, como buen artista que es, no lo dudó un solo momento: debía pintar sus propias cartas. Y, lo bueno, es que acabó por ser una de las más utilizadas. Además, gracias a su ejemplo, Leonardo ha inspirado a muchos otros artistas a pintar sus propias cartas, como puede ser Ariel Hart o Kim Krans.
No todo es la energía del Tarot; la tuya, también es fundamental
Aquí debemos diferenciar entre dos tipos de consultas diferentes: aquellas en las que es uno mismo el que se lee el Tarot y aquella en la que buscamos la ayuda de un profesional. La energía entre el tarotista y el consultante debe ser fluida, debe haber un clima de confianza y energías positivas. Si una persona acude a una lectura pensando que no va a obtener nada de ella, energía negativa, esta será absorbida por el tarotista y, por ende, por las cartas. ¿El resultado? Una lectura de lo más nefasta. Por ello, cuando vayamos a que nos echen las cartas, debemos ir con toda la fe del mundo; con esperanza. Sabemos que el Tarot no nos va a solucionar los problemas. Pero, también sabemos que nos dará las herramientas para que los podamos superar más rápidamente.
Ahora bien, cuando hablamos de que sea uno mismo el que se lee las cartas, el tema cambia un poquito. Obviamente, debemos tener en cuenta lo que hemos dicho, que aplica por igual. Sin embargo, en nuestro caso, asumimos la responsabilidad de tarotistas. Y esto, aunque no lo parezca, es mucho. Por ello, cuando cogemos nuestras cartas, debemos hacerlo con toda la buena energía posible si queremos que estas nos transmitan la misma. Y, por ende, que nos den aquellas respuestas que estamos buscando. Además, como “tarotistas” debemos conocer como tener cuidado de nuestras cartas, algo de lo que hablaremos en futuros artículos.
Como veis, el Tarot siempre nos sorprende. Estamos seguros de que no conocíais algunos de los secretos que os hemos contado. Y es que, nos guste más o menos, el Tarot siempre tendrá sus secretos.